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Generalmente, las soluciones mas sencillas suelen ser las mas prácticas. Una pequeña modificación de la herradura suele marcar la diferencia entre un caballo cojo y un caballo funcional. La industria del herraje nos ofrece modelos de herraduras que son susceptibles de ser fácilmente modificadas, evitando así esfuerzo al herrador y facilitando su tarea.
En la fotografía, herradura comercial de barra, a la que se le ha practicado un rolling en las lumbres y un redondeado de su parte posterior. Esta humilde herradura era suficiente para que este valioso caballo, afectado de “Síndrome de talones desgarrados” dejase de cojear y trabajara cómodamente.
Gabino Fernandez Baquero